El mariscal de campo de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, reconoció el jueves que será un desafío vencer a la defensa de los Philadelphia Eagles, el corredor número uno de la NFL, en el Super Bowl LVII.

"Terminaron con la mejor defensa de la liga por alguna razón, pero como mariscal de campo, será un desafío salir y tratar de tener éxito en cada línea ofensiva", admitió Mahomes en una conferencia de prensa. Al final de la temporada regular, Filadelfia terminó con 70 capturas de mariscal de campo, la primera en esa estadística.

El mariscal de campo de los Chiefs elogió a los Eagles, quienes se enfrentarán en el Super Bowl LVII el 12 de febrero en el State Farm Stadium en Phoenix, Arizona.

“Tiene grandes jugadores, un gran coordinador defensivo y un sistema que incluye todos sus elementos. También es una gran mezcla de veteranos talentosos y jugadores jóvenes", dijo el mariscal de campo. Patrick Mahomes, el campeón del Super Bowl LIV con los Chiefs, habló sobre su esguince de tobillo antes de la victoria del juego por el título de la Conferencia Americana (AFC) del domingo pasado sobre los Cincinnati Bengals.

"Fue un partido muy intenso. Me dolió un poco, pero no creo que di un paso atrás para empeorarlo. Todavía hay un poco de dolor, pero aparte de eso, siento que estoy en una buena perspectiva", explicó. A diferencia de Mahomes, la situación no es muy optimista para Mecole Hardman, el receptor que sufrió una lesión pélvica, y Andy Reid, el entrenador del equipo, a quien recibió en la conferencia, está casi excluido del Super Bowl.

"Hizo un esfuerzo realmente valiente y mi corazón está con él, pero está muy lesionado y es difícil para él entrar en el juego", admitió Reid. El entrenador tenía mejores noticias sobre sus otros dos receptores, JuJu Smith-Schuster, quien tenía dolor en la rodilla, y Kadarius Toney, quien tenía una lesión en el tobillo.

Toney está cerca, muy bien, y veo que está en Jujut Road. Tenemos los labios muy cerrados sobre ambos en este momento", concluyó Reid.


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