Santo Domingo.-El lanzador derecho Esmil Rogers lanzó seis entradas sólidas sin hits y solo cuatro hits para guiar a un impresionante cuerpo de lanzadores de los Blues a una blanqueada de 1-0 de las Estrellas del Este en el Juego 3. la final de la serie del Torneo de Béisbol Profesional Dominicano, que se llevó a cabo ayer con lleno total en el Estadio Quisqueya Juan Marichal.

Rogers, quien terminó con cuatro ponches y dos bases por bolas, fue seguido en el montículo por Oliver Ortega (0.2), Jonathan Aro (0.1), Juan Carlos Mejía (1.0) y el taponero Jairo Asenciao, quien se retiró. greens en orden en la novena entrada para reclamar su primer juego salvado de la final.

El conjunto verde sólo pudo hilvanar cinco hits ante el hermético pitcheo del equipo índigo, que en cambio consiguió seis hits.

La única carrera de los Blues y el juego llegó en la parte baja del inning cuando, luego de un out, Mel Rojas Jr. conectó un rodado al corto y llegó a primera base con seguridad en un error de tiro de Siore Gustavo Núñez.

Rojas luego avanzó a segunda con un toque de sacrificio de Dairon Blanco, donde anotó con un doble productor de Sergio Alcántara al jardín izquierdo para anotar el relevista del Este Domingo Robles.
Robles, el lanzador abridor de los All-Stars, fue un enfrentamiento digno para Rogers a pesar de asumir la derrota, permitiendo solo una carrera y cuatro hits y ponchando a cinco en 3.2 entradas.

Sergio Alcántara, quien se fue 1-3 con un doble y una impulsada, lideró la deslucida ofensiva de los Blues.
En el asunto que perdieron las Estrellas, Lewin Díaz fue el mejor bateador, con foja de 2-4. Con la excepción de Lewin, ninguno de los bateadores de ninguno de los equipos logró más de un hit en tierra de nadie, mostrando el dominio abrumador de los lanzadores en el desafío del domingo.

Siguiente golpe
Tigres del Licey visitará a Estrellas Orientales por el partido de vuelta de la final, que se jugará mañana martes a las 19:30 horas en el Estadio Tetelo Vargas de San Pedro de Macorís.

Provincia

"Pequeña amenaza".
La alineación de los dos equipos tuvo apenas once hits, con muy pocas amenazas, mostrando la gran superioridad de los lanzadores en el tercer juego de la final Azul-Verdes.


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