República Dominicana, país reconocido mundialmente por tener como deporte principal la "pelota" (béisbol), ha visto en los últimos años como otro tipo de balón, ahora el de fútbol, gana terreno entre los más jóvenes.
La importante implicación de la selección sub-23 en los recientes Juegos Olímpicos de París, la participación en el Mundial sub-20 de Argentina o la organización del próximo Mundial femenino sub-17 demuestran el desarrollo del fútbol en un país que carecía de profesionales. liga de fútbol hace diez años.
"Llegué al país por primera vez en 2001 y había cuatro o cinco escuelas de fútbol, y ahora está en todos lados, en Santo Domingo (y Punta Cana)", dijo a Efe el coordinador de la selección argentina, Marcelo Neveleff.
"Es el deporte más popular entre los jóvenes en este momento" y "puede incluso superar al béisbol", enfatizó Neveleff.
La importancia del deporte era tan baja hace años que la Asociación de Fútbol, que actualmente está rodeada de obras para transformar las instalaciones necesarias para futuros eventos, solo ha registrado jugadores desde 2019, con un total de 11.242 fichas y 158 clubes activos en cinco años. .
El fútbol crece de abajo hacia arriba y se nota en los torneos juveniles, donde a veces el público es mayor que en los partidos profesionales. “Les dije a los jugadores mayores el otro día que fui a ver los partidos de la Sub-12 y la Sub-14 y que el talento es enorme. Si alguno de ellos estuviera en España, Argentina o cualquier país del fútbol, estaría en la división juvenil de uno de los equipos importantes del país”, dijo Neveleff.
El importante papel de las escuelas de fútbol La Escuela Bauger, fundada en 1986, llegó a República Dominicana de la mano del Ministerio del Deporte y poco a poco se convirtió en una de las escuelas líderes.
Curiosamente sus instalaciones ubicadas al lado del campo de béisbol no cambian la percepción de la juventud dominicana, quienes tienen una gran pasión por el fútbol. Divididos en grupos según su edad y en diferentes "mini canchas" (una de ellas de césped natural), los pequeños llegan puntuales a los entrenamientos y siempre son recibidos en la puerta por Jorge Rolando Bauger, precursor de este . escuela.
"Falta educación física en las escuelas, los profesores siguen su currículum y heredamos gente con falta de coordinación", explicó a Efe Bauger, aunque este problema se compensa jugando al fútbol en las escuelas, donde "las bases" están Ya muy fuerte, esto no sólo correr, sino también pensar, pero respetar el balón, jugar según posiciones".
A falta de un ídolo local, los niños se centran en homenajear a estrellas mundiales como Messi o Cristiano Ronaldo y Antonine Griezmann, dejando a Neymar en un segundo plano.
Merengue dominicano mezclado con goteo
Bauger dijo a Efe que los jóvenes dominicanos tienen algo especial y su pasión por el merengue les facilita ciertos aspectos del juego, como el regate.
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“La infancia dominicana es desinhibida, tenemos un ritmo extraordinario, que es el merengue, y el merengue es ligereza, alegría, movimiento de cintura, y el regate y el fútbol te mueven la cintura”, afirma Bauger.
Para Neveleff, el jugador dominicano también tiene algo incomparable, la "actitud ganadora", ya que "no le tiene miedo al escenario, no tiene complejos, y eso es muy importante en el fútbol".
Con todo esto, República Dominicana, cuyo principal deporte sigue siendo el hotball en términos de inversión e importancia en el mundo, está viendo cómo el auge del fútbol puede cambiar el panorama deportivo del país. EFE