Alan Jesurum, secretario de la Asociación Nacional de Sordos de República Dominicana (ANSORDO) y presidente del Comité de Deportes, describe con frustración la desigualdad que enfrentan los deportistas sordos del país. "Vemos y sentimos la diferencia entre tratar a atletas oyentes y atletas sordos", dice.
Para él, las medallas ganadas en representación de República Dominicana simbolizan no sólo el esfuerzo y la dedicación, sino también la lucha constante contra el olvido y la indiferencia.
Jesurum encabeza la delegación dominicana de deportistas sordos, que ha logrado importantes resultados internacionales, como el segundo lugar en el Campeonato Mundial de Baloncesto Sub-21. Sin embargo, el Ministerio de Deportes no ha recibido respuesta a su solicitud de financiamiento para participar en próximos eventos como los Juegos Panamericanos para Sordos en Brasil.
"Ser sordo no significa que no podamos hacer todo como las personas que oyen. Podemos estudiar, trabajar, formar una familia, conducir, reír, viajar, competir o lo que sea. Como comunidad minoritaria que se comunica en otro idioma, tenemos que esforzarnos y luchar más para lograr lo mismo", dice Jesurum.
Riesgo de omisión
La falta de apoyo económico no sólo pone en riesgo su participación en los Juegos Panamericanos para Sordos, sino también en otros eventos importantes, como el Mundial de Baloncesto 3×3 en Washington y los Deaflympics de Tokio 2025. Según Jesurum, han pasado tres meses desde que pidieron oficialmente al Ministerio de Deportes que cubriera los gastos, pero sólo recibieron promesas ambiguas.
“He hablado con viceministros, directores y responsables del deporte adaptado, pero todos me dicen lo mismo: 'no tienen respuesta'. Los atletas entrenaron duro para participar en estas competiciones. Su sueño es lograr como persona sorda lo que muchos atletas oyentes han podido lograr. Como deportistas oyentes, luchan por la igualdad de oportunidades y el apoyo", detalla Jesurum.
Consecuencias internacionales y humanas
La falta de apoyo no sólo afecta la moral de los deportistas, sino que también pone en riesgo la relación de República Dominicana con organismos internacionales como el Comité Internacional de Deportes para Sordos y la Organización Panamericana de Deportes para Sordos.
"La falta de participación afectaría nuestra relación con dos organizaciones internacionales. Quizás pierdan la confianza en mí y piensen mal de nuestra delegación y del país. Esto puede afectar nuestra capacidad de participar en futuros eventos internacionales”, afirma.
Jesurum también destaca que esta situación tiene un impacto personal en los deportistas. “La frustración por la falta de apoyo puede llevarlos a renunciar a sus sueños una y otra vez. Sería muy triste privarlos de estas oportunidades", dijo en entrevista con el diario Hoy.
Un contraste obvio
El caso de los deportistas sordos contrasta con el apoyo que suelen recibir sus homólogos oyentes. Jesurum lamenta que a pesar de sus logros, su grupo siga siendo ignorado. “Siento que si supiéramos de atletas que han logrado los mismos resultados que nosotros, recibiríamos todo el apoyo y reconocimiento. Pero como somos sordos, nos dejan de lado”.
¿Qué necesitan?
La delegación puede participar en tres grandes eventos internacionales:
• Juegos Panamericanos para Sordos (Juegos Panamericanos para Sordos) 2024, en Canoas, Brasil, donde pretenden competir con un equipo de baloncesto 3×3 y deportistas individuales.
• Campeonato Mundial de Baloncesto 3×3 para Sordos (DIBF 3×3 World Championship) 2024 en Washington, EE.UU., evento clave para mostrar el talento dominicano.
• Deaflympics 2025, en Tokio, Japón, donde quieren participar en disciplinas como baloncesto, atletismo, maratón, ciclismo y natación.
Para lograrlo, necesitan apoyo económico para cubrir alojamiento, billetes, inscripción, uniformes y otros recursos básicos. “Nuestro objetivo es traer atletas de baloncesto, atletismo, maratón, ciclismo y natación”, dice Jesurum.
Jesurum y su equipo esperan que su historia inspire a las autoridades y a la sociedad dominicana a reconocer el valor de sus esfuerzos. "Merecemos igualdad de oportunidades para poder demostrar que somos personas normales con mucho talento y mucha motivación. Que hay deportistas sordos en nuestro país que compiten a nivel internacional y pueden ganar si nos dan la oportunidad”, concluye.
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